“No tengo nada que ponerme… te lo juro”

¿Cuántas veces hemos mirado el placard sin encontrar nada que se adapte a cómo nos sentimos en ese momento?¿Y qué hacemos con todas esas prendas que no usamos jamás? Las dejamos ahí…ocupando espacio, cargando energía y recuerdos, estancándonos en una época que puede que haya sido hermosa pero que no va a volver.

Sin embargo ahí están, sin dejar  espacio para desarrollar ese nuevo estilo que lleva la  persona en la que nos hemos convertido gracias a los años y a la experiencia. Esa mujer que piensa diferente. Que ha evolucionado. Algunas de nosotras ya no queremos saber nada con  ropa extremadamente ajustada,pantalones de tiro bajo, prendas que piquen o que no estén alineadas con la ecología.

Otras buscarán descubrir su cuerpo guardado por mucho tiempo con prendas más reveladoras, o intentarán levantar el espíritu con colores alegres… el caso es que para poder ser fieles a lo que nos hemos convertido tenemos que dejar ir lo que ya no nos identifica.

Entonces cuando tengamos esa sensación de poseer sólo lo que nos hace sentir bien vamos a poder simplificar nuestras opciones y disfrutar de vestirnos.

 Y ahí voy a estar… para ayudarlas y que puedan sacar provecho de cada prenda.

Las quiero; Lu.