Hace algo más de 1 año y medio pensaba que tener una tienda online iba a ser cuestión de ponerse, hacer unas cuantas fotos y que todo saldría rodando. Total llevaba 11 años entre zapatos, cómo iba a suponer este nuevo mundo un obstáculo o un esfuerzo.
Varios meses más tarde me siento cada vez menos insegura cuando hablo de tienda online, pero cuánto tuve que aprender, observar y evolucionar para entender este negocio digital, que necesita los mismos o más mimos que el negocio físico. Y gracias a un gran equipo de trabajo hoy se pudo lograr todo lo que llevaba en el corazón pero mi ignorancia no me permitía materializar!
Así que si están pensando en arrancar un proyecto online ¡Vamos! ¡Anímense! Contáctense con otras personas que estén en lo mismo para nutrirse. Es un mundo que abre puertas y permite volar más allá.